Felipe quedó segundo en el certamen de poesía infantil del barrio, la ganadora fue una niña mayor del colegio de al lado con un poema de hormigas.
A los miembros del jurado les pareció atroz su soneto sobre heces de animales extintos, ancianos moribundos o rústicos hidrocéfalos.
Pero tuvieron que rendirse a la evidencia de que era el único sin faltas de ortografía y además, tampoco era para tanto, el segundo premio era un libro.